martes, 8 de enero de 2013

SOCIEDAD: Maestros del 'Buen Periodismo'


Por Sara Moreno

Y hoy, cuando tan sólo llevamos dos días andados de esta nueva etapa, cuando estamos con la sonrisa tatuada en la cara por recuperar un viejo, pero no desgastado proyecto; cuando vamos con fuerzas y con ganas de ‘dar caña’ a todo el que lo merezca; hoy tenemos que levantar las manos, bajar las armas y desdibujar la media risa de la cara. 

No queríamos que pasara la semana sin dedicarle un post a dos de esas personas a las que, si te mueves en el mundo del periodismo, te gustaría parecerte: Enrique Meneses y José Sánchez de la Rosa; ambos fallecidos en este recién estrenado 2013.

El año ha empezado con la falta de estas dos personas que dedicaron enteramente su vida a informar, comunicar, escribir, hablar, fotografías y expresar. Cada uno de ellos en un entorno diferente, pero que de manera conjunta perseguían y defendían unos mismos ideales y actuaban bajo unos mismos cánones: los que marcan el buen periodista, el buen fotoperiodista, la buena manera de ejercer la profesión. Una profesión entregada, directa, clara. Unos reporteros de los de antes, como reza en muchos de los obituarios de ambos.

Enrique Meneses
Murió el pasado Día de Reyes a los 83 años y tras plantarle cara al cáncer en más de una ocasión. Como hemos leído en varios medios de comunicación, Meneses destacó por su valor, tenacidad, trabajo y adaptación a las nuevas tecnologías. Aventurero por naturaleza, muchos son los que conocen a este envidiable periodista por ser el primero en fotografiar a Fidel Castro y su guerrilla en Sierra Maestra o por su travesía africana, desde El Cairo a El Cabo. Por sus lentes y objetivos pasaron todo tipo de personas y personajes: aquellos envidiables señores que mostraban sus caras más altivas y selectas, y los que reflejaban la situación de los sectores más desfavorecidos. Ya desde su primer trabajo consiguió un reconocimiento más que merecido, porque fue él quien debutó en la fotografía y el fotoperiodismo con 17 años y captando la muerte del torero Manolete. Recorrió medio mundo y enseñó, a través de sus trabajos y sus libros, cómo debía ser el buen periodista y cuáles deberían ser los principios a seguirse no por más de uno, sino por todos los que defienden esta profesión. Resaltar también de él, su constante adaptación a los nuevos tiempos: cerró el ciclo de su vida después de crear un canal de televisión en el propio salón de su casa y tenía 10.000 seguidores en Twitter, por ejemplo.

José Sánchez de la Rosa
Un día después de la muerte de Meneses, fue Sánchez de la Rosa quien se apagó. En este caso la tristeza juega en casa. El periodista, escritor y cronista era, además y por encima de todo, albaceteño de pro. Y es que al hacer una referencia a José Sánchez de la Rosa no se puede hablar sin más de un periodista local, él fue nombrado por el Ayuntamiento del municipio como Cronista Oficial de la Villa de Albacete. Viajero incansable entre Londres y la capital manchega, trajo a su ciudad natal toda su sabiduría acerca del periodismo y trabajó y enseñó a tantos como encontró en su camino. Las referencias encontradas a su vida y trabajo en los diferentes medios de comunicación, tras su muerte, lo nombran como buen compañero, maestro y profesional. Trabajó como redactor y jefe de programas en Radio Albacete con la sección de ‘El Molino de Papel’. Además, desempeñó las funciones de redactor jefe de Crónica de Albacete y La Verdad de Albacete, donde finiquitó su carrera profesional en 1995, pese a que todavía publicaba artículos en el mismo diario (el último de ellos el pasado 31 de diciembre de 2012). A destacar de este ciudadano ejemplar, además de su dilatada experiencia en los medios de comunicación locales, su extensa publicación de libros y composición de obras teatrales, así como el reconocimiento a su labor profesional y social mediante varios premios. Fue nombrado ‘Albaceteño del año’ en 2006, recogió el premio ‘Cuchillero Mayor’ en 2007, de Aprecu, por su apoyo personal y profesional al sector de la cuchillería; y en 2009 fue Amite quien no se quiso olvidar de este periodista concediéndole la ‘Medalla de Oro’.

Experiencias dilatadas y espejos en los que mirarse. 
Hoy teníamos que acordarnos de estos dos grandes: Maestros del buen periodismo.

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